Salud mental

Este es el comité más reciente de Tonka CARES, que surgió de la creciente preocupación y el reconocimiento de que el consumo de sustancias y los problemas de salud mental están estrechamente relacionados. Este comité está pasando por una fase de planificación estratégica para identificar mejor las lagunas y necesidades de la comunidad y cómo la coalición podría cubrirlas.

Salud mental en la adolescencia

Importantes hábitos de salud mental -como la capacidad de afrontamiento, la resiliencia y el buen juicio- ayudan a los adolescentes a alcanzar el bienestar general y sientan las bases para una salud mental positiva en la edad adulta. Los cambios de humor son frecuentes durante la adolescencia. Sin embargo, uno de cada cinco adolescentes ha padecido un trastorno mental grave, como depresión y/o trastornos de ansiedad, en algún momento de su vida.

Si no se tratan, los trastornos mentales pueden tener consecuencias graves, incluso mortales. La depresión, otros trastornos mentales y el abuso de sustancias son importantes factores de riesgo de suicidio. El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años. Desde 2013, los niños de 10 a 14 años tienen más probabilidades de morir por suicidio que en un accidente de tráfico. Los problemas de salud mental suelen empezar pronto en la vida. De hecho, la mitad de los problemas de salud mental comienzan antes de los 14 años. La buena noticia es que el fomento de una salud mental positiva puede evitar el inicio de algunos problemas. En el caso de los jóvenes que ya padecen trastornos mentales, la intervención y el tratamiento tempranos pueden ayudar a reducir el impacto en sus vidas.

Por desgracia, menos de la mitad de los adolescentes con trastornos psiquiátricos recibieron algún tipo de tratamiento en el último año. Los amigos y la familia pueden estar atentos a las señales de alarma de los trastornos mentales e instar a los jóvenes a buscar ayuda. Existen tratamientos eficaces y pueden implicar una combinación de psicoterapia y medicación.

Cualquier preocupación que los familiares o el personal sanitario tengan sobre la salud mental de un adolescente debe abordarse con prontitud.