Galardonados

El Teniente Coronel Corby Koehler (91) ha dedicado su carrera a mantener la seguridad en Minnesota, sirviendo durante 32 años en el Ejército de EE.UU. y tres como agente de policía de Minnetonka. A lo largo de su impresionante carrera, Koehler dirigió el mayor sector de inteligencia militar de Minnesota, acumuló más de 2.000 horas de vuelo en helicóptero -300 de ellas en combate- y fue desplegado en múltiples ocasiones en el país para ayudar en crisis provocadas por catástrofes naturales.

La pasión de Koehler por la aviación empezó pronto, inspirada por las historias de su padre, un veterano de la guerra de Vietnam que hablaba de volar. Se alistó en el ejército poco después de graduarse en el instituto, con la intención inicial de servir unos años antes de ir a la universidad. Sin embargo, pronto cambió de planes y optó por asistir a la escuela de aspirantes a oficiales y, más tarde, ser nombrado oficial.

Tras completar su formación como oficial, Koehler hizo realidad su sueño de volar matriculándose en un programa de entrenamiento de vuelo, donde aprendió a pilotar los helicópteros con los que tanto había soñado. Después de la escuela de vuelo, trabajó como agente de policía de Minnetonka durante tres años antes de volver al ejército a tiempo completo. Aceptó un puesto en la Guardia Nacional y pilotó helicópteros durante 23 años, en los que desempeñó un papel vital en la extinción de incendios, la respuesta a inundaciones y otras operaciones de emergencia nacionales.

El servicio militar de Koehler le llevó a diversos lugares del mundo, incluidos despliegues en Kosovo (2003-2004), Irak (2007-2008) y Kuwait (2014). Su amplia experiencia le llevó a identificar importantes lagunas en la formación del Ejército para el personal de Inteligencia de Aviación, especialmente durante su despliegue en Irak. Su investigación en profundidad y sus hallazgos dieron lugar a tres artículos influyentes, uno de los cuales fue reconocido como el Artículo del Año 2013 del Aviation Digest. Estos artículos impulsaron la creación del curso de Apoyo de Inteligencia a la Aviación (ISTA), que aborda directamente las deficiencias de formación que había identificado.

Durante su estancia en Irak, colaboró con el suboficial TACOPS de su batallón en el desarrollo de nuevas tácticas y estrategias para mitigar los peligros a los que se enfrentaban los helicópteros en combate. Estas tácticas se validaron en combate y posteriormente se incorporaron a los manuales de aviación del Ejército, que siguen utilizándose en la actualidad.

Reflexionando sobre su dilatada carrera, Koehler comparte esta clave: "Estar abierto a cualquier oportunidad o experiencia. El ejército es un gran lugar para adquirir esas experiencias. Vi cosas en todo el mundo que nunca habría visto de otra forma; pude hacer cosas que no estaba seguro de poder hacer nunca."