Galardonados

Al crecer en un hogar con un profesor de alemán, Kate Mulhern desarrolló un temprano interés por las lenguas extranjeras que se ha intensificado a lo largo de cada etapa de su carrera académica y profesional.

En el instituto, Inglés era la asignatura favorita de Kate. "Era diferente a todas las demás clases", explica, "hablábamos de cosas reales".

En concreto, recuerda la clase de inglés de la Sra. Van Pilsum. Fue esta clase la que "le enseñó [a ella] que la literatura era importante", y fue la primera vez que alguien le dijo: "Tú puedes escribir".

Estudiante creativa y motivada, Kate participó activamente en teatro en MHS, además de destacar en los estudios. Además de recibir el apoyo de sus profesores de inglés, también fue reconocida como una estudiante con talento en español y japonés. De hecho, fue una de los cinco estudiantes de Minnetonka que se inscribieron en una clase de japonés en MHS en su tercer año. En su último año se graduó con el mejor expediente académico de la promoción de 2000.

Después del instituto, Kate asistió al Clarke College y siguió estudiando idiomas, concretamente japonés y español. En la universidad se sintió atraída por la educación y por la oportunidad de trabajar más directamente con los idiomas. Encontró esa oportunidad en el Cuerpo de Paz de Estados Unidos.

Dos meses después de graduarse en la universidad (donde una vez más obtuvo el mejor expediente académico) se marchó destinada a Cabo Verde (África Occidental) con la intención de hacer algo "excepcionalmente diferente".

Y fue diferente. Kate pasó dos años en África, donde enseñó inglés como segunda lengua a más de 300 estudiantes de secundaria. Desarrolló un plan de estudios, un campamento de arte de verano para niños de primaria e influyó en la vida de cientos de estudiantes y familias africanas a través de su trabajo.

Ahora, de vuelta en Minnesota, Kate y su marido Tony, también antiguo alumno de la promoción de 2000, trabajan y viven en la localidad. Kate trabaja para el sistema de bibliotecas del condado de Hennepin y sigue buscando formas de explorar su pasión, como aprender otro idioma nuevo, el árabe. Gran defensora de la educación, Kate está agradecida a sus profesores de Minnetonka y a la preparación que recibió para hacer todo lo que soñaba.