Galardonados

David Stearns se inspiró en su amor por el tenis para convertirse en entrenador. Su primer trabajo como entrenador de tenis llegó cuando sólo tenía 15 años, y siguió entrenando durante toda la secundaria, retomándolo de nuevo cerca del final de la universidad. El tenis siempre había sido una parte importante de su vida, tanto en la pista como de entrenador. Esta pasión le llevó a entrenar en Minnetonka, donde permaneció más de 30 años.

Stearns empezó a entrenar al equipo junior de tenis femenino y masculino de Minnetonka en 1990, y unos años más tarde pasó a entrenar a los equipos varsity. Permaneció en ese puesto el resto de su carrera hasta que se retiró en 2020. El último año de Stearns como entrenador fue el mejor para el equipo de tenis femenino en la historia de Minnetonka. El equipo tuvo una racha ganadora récord de 14 partidos-12 de esas victorias llegaron a 7-0. Los otros dos partidos terminaron 6-1. Impresionantemente, ocho de las chicas del equipo de Stearns tuvieron récords perfectos esa temporada.

"Es realmente significativo cuando un adulto detecta una fortaleza en ti que ni siquiera tú habías visto, te saca de la maleza y te empuja a brillar con luz propia", dijo una de sus antiguas jugadoras, Abby Steiger, de 15 años. "Me empujó y creyó en mí más de lo que yo creía en mí misma, que es una de las experiencias más valiosas para un niño".

Aparte de entrenar al tenis, Dave Stearns también trabajó como profesor de educación especial en el Minnetonka High School.

"Le encantaba ayudar a los demás a crecer y desarrollarse, como tenistas y como personas", explica Brent Stearns, hijo de David. "Le apasionaba ser un entrenador transformador, que iba más allá del tenis. Le encantaba ver a los niños convertirse en jóvenes adultos, preparándoles para los siguientes capítulos de sus vidas, ya fuera en la escuela, en el deporte o más allá. Mi padre era todo lo que un entrenador debe ser: un mentor, un amigo, una figura paterna. No sólo logró importantes éxitos en su propia carrera tenística, sino que también ayudó a guiar a muchos jóvenes jugadores hacia el éxito universitario."

A lo largo de su carrera como entrenador, Stearns siempre creyó que sus jugadores ya tenían el potencial necesario para ganar y dar lo mejor de sí mismos. Stearns estaba allí para guiarles y mostrarles que todo lo que necesitaban era trabajar duro y "darse permiso para ganar", una frase que utilizaba a menudo. El impacto de Stearns se dejará sentir en la comunidad escolar de Minnetonka durante muchos años.