Creciendo en Minnetonka, Sue Stuebner aprendió la importancia del trabajo duro, el valor de la educación y las ventajas de ser deportista. Entre sus compañeros de clase, siempre era la alumna más alta y destacaba por sus grandes pies. Como atleta, sin embargo, Stuebner descubrió rápidamente que estas cosas eran una ventaja. Practicando deporte era cuando se sentía más cómoda y que como atleta había encontrado su nicho.
De niña, Stuebner jugó al fútbol, al softball, al baloncesto y al voleibol, y llegó a ser atleta universitaria en el Minnetonka High School. De 1985 a 1989, jugó al voleibol y participó en atletismo, pero fue en el baloncesto donde dejó su huella en MHS. Entre sus muchos logros, Sue Stuebner fue la primera jugadora de baloncesto de Minnetonka en anotar más de 1.000 puntos (1.296 puntos y 825 rebotes en su carrera).
Cuando se graduó, Stuebner había ganado 13 títulos universitarios: cinco en atletismo, cuatro en voleibol y cuatro en baloncesto. En su último año en la cancha de baloncesto promedió 20,5 puntos, 9,5 rebotes y 36 tiros bloqueados. Sue recibió honores All-Conference, All-Metro y All-State Honorable Mention en baloncesto, además de ser All-conference en voleibol. Sus compañeras de equipo la nombraron capitana del equipo dos años y en su último año fue capitana de los equipos de atletismo y voleibol.
Después del instituto, Stuebner jugó al baloncesto en la División I del Dartmouth College y fue capitana del equipo durante un año. Tras graduarse, fue la entrenadora principal de baloncesto femenino de la División III en el Albright College de Pensilvania, donde recibió el premio a la Entrenadora del Año de la Middle Atlantic Conference en 1995-96.
En 1998, Stuebner obtuvo un máster en Administración, Planificación y Política Social y en 2003 un doctorado en Educación Superior, ambos por la Facultad de Educación de la Universidad de Harvard. Ahora es Vicepresidenta de Administración y Planificación del Lycoming College de Pensilvania.
Mirando hacia atrás, Sue Stuebner dice que está agradecida a Minnetonka no sólo por haberla desafiado atléticamente, sino también académicamente. Cuando era niña en Minnetonka, aprendió lecciones de vida sobre liderazgo, fortaleza mental y trabajo en equipo de sus entrenadores, como Joe Lane, y disciplina y rigor académico de sus profesores.
Su consejo a los estudiantes actuales es: "Confiad en que haréis cosas maravillosas y tened la seguridad de que, si os esforzáis, podéis seguir cualquier camino".
Stuebner ingresó en el Salón de la Fama de la Conferencia Classic Lake en 2009. Está casada con Amanda Stuebner y tienen dos hijos, Gabrielle y Tyler.