Alumnos voluntarios de Minnetonka High School pasaron el día conociendo a 35 adolescentes afganos que se habían trasladado recientemente a la zona metropolitana de las Ciudades Gemelas. A través de Alight, una organización sin ánimo de lucro que presta ayuda humanitaria a escala internacional, los estudiantes ayudaron a los adolescentes a sentirse más cómodos charlando durante una comida y enseñándoles a jugar a los bolos. Dos de las voluntarias, Macie Wenning, de 23 años, y Paula Calleja, de 24, compartieron sus impresiones sobre su reciente experiencia con Alight.

"Ser voluntario el sábado fue una pasada", dijo Wenning. "Lo que más me llamó la atención fue lo acogedor e integrador que era todo el mundo. Tuve algunas de las mejores conversaciones que he tenido en mucho tiempo y aprendí muchas cosas nuevas sobre una gran comunidad."

"Nos lo pasamos muy bien con todo el mundo. Los niños eran divertidísimos y las actividades organizadas también. Aprender sobre sus intereses y conocer personalmente a cada uno de ellos fue una de mis cosas favoritas, y aunque a veces había una barrera lingüística, aun así pudimos comunicarnos sobre las cosas que nos gustaban mutuamente", dijo Calleja.

Calleja conoció Alight a través de una conferencia del Modelo de Naciones Unidas. "Creo que mi experiencia con Alight me ayudará a comprender mejor nuestro mundo y la importancia de los problemas mundiales", afirma.

Wenning, que también ha sido voluntaria de Alight, habló de cómo el trabajo con la organización ha influido en su crecimiento personal y académico. Como candidata al Diploma del Bachillerato Internacional (BI), Wenning ha estado trabajando en su ensayo de evaluación interna, basándose en el tiempo que pasó como voluntaria en Alight. 

"[Para la redacción del IB], teníamos que elegir una organización que tuviera una conexión clara con la política mundial", dijo Wenning, "y ésta era perfecta. [En el ensayo], explico cómo las organizaciones sin ánimo de lucro como Alight son fundamentales para llenar los vacíos en los que la legislatura estatal carece de recursos para los desplazados, centrándose en la comunidad afgana. Las historias de vida que escuché y la cultura a la que estuve expuesta me permitieron tener una perspectiva más amplia y me dieron el deseo de sumergirme aún más en nuevas culturas. El apoyo y la amabilidad de todo el mundo allí -los estudiantes, los voluntarios y los miembros de la organización por igual- hicieron que la experiencia de voluntariado fuera tan sana que después me sentí feliz."

Wenning y Calleja también destacaron el valor que el trabajo voluntario y el multiculturalismo tienen en el crecimiento positivo de los jóvenes. 

"Estar con los chicos de Alight nos ayudó a agradecer lo que tenemos, a romper barreras culturales y a comprender que todos somos humanos", dijo Calleja.

Wenning añadió: "Ha sido una experiencia increíble salir de mi zona de confort y descubrir el valor no sólo de ayudar a los demás, sino también de conocer gente nueva. Beneficia a los demás, pero también a cada uno de nosotros... un verdadero win-win".