El nuevo tanque acuático de la escuela primaria Deephaven despierta la curiosidad y la conexión

El nuevo tanque acuático de la escuela primaria Deephaven despierta la curiosidad y la conexión

A Michael Borgendale, profesor de quinto curso de la escuela primaria Deephaven, le apasiona ayudar a los alumnos a establecer conexiones entre lo que aprenden y sus propias vidas. Lleva años instalando una pecera de acuario en su clase para hacer precisamente eso, y este otoño, con el apoyo de la Fundación de Escuelas Públicas de Minnetonka, la experiencia se ha visto mejorada con una nueva pecera de más del doble de tamaño que la original. 

"Es algo que realmente resuena entre muchos estudiantes", afirma Borgendale. "Hay tanto misterio en torno a lo que ocurre realmente en el lago, bajo el agua". El tanque acuático ofrece a los alumnos una ventana a ese mundo. 

Borgendale siempre ha sentido pasión por el aire libre y por enseñar la ciencia de la naturaleza. Como hogar de especies acuáticas autóctonas, el tanque de su aula reforzará las clases de biología proporcionando una forma dinámica de enseñar el ciclo vital de las especies de agua dulce que viven en el lago Minnetonka y otras masas de agua cercanas. 

El tanque tiene actualmente una población de un solo pez luna, pero Borgendale pretende añadir más peces en un futuro próximo, con la ayuda de sus alumnos. 

"Quiero que los niños sientan curiosidad por saber qué comen los peces y en qué tipo de medio acuático viven", explica. "Es un recurso estupendo para añadir a otros debates sobre la contaminación y cómo estamos conectados con estos entornos naturales".

Pero no sólo la pecera terminada ha despertado el entusiasmo de los estudiantes, según Borgendale. Señaló que el proceso de "desembalaje" y montaje a lo largo del otoño también fue un gran éxito entre los estudiantes. 

"Lo trajimos poco a poco al aula y empezamos a sacarlo de la caja, cosa que a los niños les encantó, y poco a poco lo fuimos montando. Sacamos [las piezas] poco a poco y miramos las instrucciones y montamos una pieza al día". 

Un día, la clase descifró las luces y otro día añadieron el filtro, dijo Borgendale. "Les pasé el filtro y les dejé ver todas las piezas. Fue una construcción lenta, pero estuvo bien porque así los alumnos se hacían cargo de lo que estaba pasando".

Borgendale ha comprobado que el impacto del tanque va mucho más allá de las clases de ciencias. "Lo primero que siempre queremos conseguir es la atención [de los alumnos] y el entusiasmo por algo diferente en el aula", afirma. "Cuando hay algo diferente que capta su interés, el aprendizaje se produce sin más". 

Profesor con tanque acuático

La otra habilidad que enseña la pecera es la responsabilidad. "Los niños aprenden a cuidar de los peces y lo que tienen que hacer para cuidar de esta mascota", dice Borgendale. "Como niños de 10 años, es posible que más adelante no recuerden mucho de lo que ocurre aquí en quinto curso, pero esto será algo que se les quedará grabado y les creará recuerdos impactantes". 

En última instancia, el tanque acuático es una oportunidad de aprendizaje para todos los alumnos de Deephaven. Otras clases han podido visitar la pecera, tanto formal como informalmente. "Tengo niños de kindergarten que vienen todos los días y quieren ver la pecera", dijo Borgendale. "Se trata de las relaciones que podemos establecer, especialmente con los alumnos más jóvenes. Conectar con más adultos afectuosos es muy importante para que, cuando lleguen a quinto curso, yo ya los conozca y ellos a mí. Es algo positivo que puede influir en sus vidas y en su experiencia escolar".

Borgendale agradece el apoyo de la Fundación Minnetonka y espera con impaciencia el progreso del acuario, incluida la incorporación de más peces en un futuro próximo.