Las investigaciones demuestran que la participación de los padres y la familia es un ingrediente clave que contribuye al éxito de los alumnos en la educación en general (Henderson 1988) y en la lectura en particular (Postlethwaite & Ross 1992).
Las investigaciones también demuestran que los estudiantes que más leen obtienen mejores resultados en la escuela.
Hable con su hijo de todas las formas en que se utiliza la lectura en la vida.
Enseñe a sus hijos a leer en su tiempo libre. Hágales ver que usted encuentra placer en la lectura. Háblales de cosas interesantes que estés leyendo o hayas leído.
Lea en voz alta a su hijo. "Una lectura en voz alta ofrece a los alumnos la oportunidad de 'echar un vistazo' al interior de la lectura de un experto y comprender que, ante todo, la lectura es lenguaje y ¡debe sonar como tal! La lectura oral de los profesores o de los padres se convierte en el modelo que los alumnos se esfuerzan por alcanzar." Añada dramatismo creando distintas voces para los personajes, haga pausas dramáticas y varíe el tono, el volumen, el fraseo y el ritmo (Opitz, M, 1998. Good-bye round robin. Portsmouth: Heinemann Publishers, p. 49).
Comparte un libro. La lectura en paralelo puede hacerse de muchas maneras, pero siempre es beneficiosa. Usted lee una página, su hijo lee otra. Leer al mismo tiempo (lectura de tipo coral) señalando las palabras a medida que se leen (una investigación realizada por Topping en 1987 demostró que tanto la comprensión como el reconocimiento de palabras aumentaban notablemente cuando los niños leían habitualmente con sus padres, (Opitz, M, 1998. Good-bye round robin. Portsmouth: Heinemann Publishers, p. 52).
Cuando leáis juntos, haced preguntas a medida que avancéis (qué crees que va a pasar después; esto me recuerda a una vez, etc.).
Los estudios demuestran que los alumnos que leen al menos 20 minutos al día fuera del colegio obtienen mejores resultados escolares. Permita que su hijo se acueste 15 minutos más tarde si lee. ¿No tiene ganas de leer? No hay problema, se acuesta a la hora habitual.
Visita regularmente la biblioteca. Explora todo lo que hay disponible para tu uso gratuito.
Ayude a su hijo a encontrar libros afines a sus intereses. Los bibliotecarios de la biblioteca pública y/o escolar son joyas preciosas para obtener esta información. Pídeles libros centrados en los intereses de tu hijo.
Permita que su hijo compre libros en los pedidos de libros del colegio (menos caros que en una librería o incluso en una tienda de descuento). Dejar que los niños creen su propia minibiblioteca demuestra a su hijo que valora los libros.
Una forma estupenda de mejorar la confianza y la fluidez (suavidad y velocidad de lectura) de su hijo es practicar leyendo un libro muchas veces. Las investigaciones avalan las lecturas repetidas como un método muy eficaz para mejorar la lectura. Muéstrele cómo el fraseo y la expresión contribuyen al significado. Anime a su hijo a leerle a usted y/o a sus hermanos.
Graba a tu hijo leyendo y haz que se escuche a sí mismo. ¿Le suena como si lo hubiera leído papá o mamá? ¿Qué puede hacer para mejorar? (Practica con frecuencia)
Haga que su hijo lleve un diario de lectura, anotando los libros a medida que los va terminando. También puede hacer una tabla para colorear. Los medios visuales son herramientas excelentes para que los niños "vean" sus progresos. Recuerde a sus hijos que son más inteligentes cuanto más leen.
Ayude a su hijo a elegir un libro "perfecto". "Justo" significa que el libro puede leerse con una precisión aproximada del 95%. En un sentido lúdico, los libros deben ser "justos" para que su hijo tenga éxito y disfrute de la lectura (los libros más difíciles pueden reservarse para el tiempo de instrucción en la escuela). Utilice la prueba de los 5 dedos. Mientras lee una página, levante un dedo por cada palabra que no sepa. Si esto ocurre en una sola página, es demasiado difícil. Atención: esta prueba de los 5 dedos mostraría una precisión del 95% con 100 palabras. Lo que hay que recordar es que si un niño tiene dificultades, es mejor dejarlo para más adelante con fines instructivos (90-94% es la pauta para los libros instructivos en la escuela).
Hable con sus hijos sobre lo que están leyendo. ¿Por qué les ha gustado lo que han leído?