Quedarse en casa cuando se está enfermo puede reducir el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas, incluida la COVID-19, a otras personas. 

Las personas que presenten síntomas de infecciones respiratorias o gastrointestinales, como tos, dolor de garganta, vómitos, diarrea o fiebre igual o superior a 38 grados, deben quedarse en casa.

Si te encuentras mal:

• Quédate en casa y aléjate de los demás hasta que se cumplan las dos condiciones siguientes (AMBAS deben cumplirse antes de volver al colegio/trabajo)
  • 24 horas sin fiebre (sin medicación antifebril) Y
  • 24 horas de mejoría de los síntomas
• Se recomienda aplicar estrategias de prevención adicionales como el enmascaramiento, el distanciamiento físico y la realización de pruebas durante los próximos cinco (5) días.
• Busque atención sanitaria rápidamente para someterse a pruebas y/o tratamiento si tiene factores de riesgo de enfermedad grave o padece una enfermedad subyacente.
• Si está asintomático pero da positivo en un virus respiratorio, tome precauciones adicionales (por ejemplo, higiene, mascarillas, distanciamiento físico) durante cinco (5) días, ya que puede ser contagioso.